La Cruel Fugacidad del Mundo: Bill Belichick sin Equipo.

El Head Coach más exitoso de la historia no tiene equipo. 

(Vuelve a leer la oración, pero esta vez toma tu tiempo para sentir cada palabra… “El Head Coach más exitoso de la historia no tiene equipo»…)

¿Hay alguna duda de la cruel fugacidad con la que el mundo vive?

Belichick tiene ocho Super Bowls, es primero con treinta y un victorias en playoffs y segundo en juegos totales…en la historia de la NFL. 

Nadie lo contrató.

Nadie.

No estoy seguro de que estemos entendiendo la gravedad de lo que está pasando. 

Es como si, Whitney Houston estuviera buscando un grupo en donde cantar y no lo pudiera encontrar, Einstein no tuviera ofertas de ninguna Universidad para dar clases, o Picasso no tuviera en donde “colgar” sus cuadros. 

¿Qué demonios está pasando? 

¿Cómo es posible que este año siete equipos cambiaron de Head Coach y ninguno consideró a Belichick como la decisión obvia?

A lo mejor lo que estamos presenciando trasciende el mundo artificial de esta liga y habla más de la evolución social en la que vivimos, una que ha decidido levantar alarmantemente el debate entre poder y colaboración. 

La discusión es: ¿cómo logra una organización ser exitosa? ¿Con un líder absoluto que delinee claramente los objetivos y funciones? O ¿Con una estructura basada en la cooperación en donde las responsabilidades sean compartidas? 

Belichick es uno de los ejemplos más fuertes que tenemos de la primera opción. El Patriot Way que construyó durante veinticuatro años en New England bien pudo haber sido nombrado My Way.

Belichick tuvo la última palabra en todas las decisiones, incluyendo Spygate, Deflategate, Malcolm Butler…Gate, Brady, etc., y durante dos décadas, se apoyó de los mejores “soldados” creados por el mismo. 

En los 50’s, 60’s, 70’s, esta forma de manejar una organización era la norma.  ¿Alguien criticó a Vince Lombardi por su estilo? ¿Paul Brown? ¿Bill Walsh? 

No.

Sin embargo, hoy el mundo ha cambiado. 

La disponibilidad de información, la cual permite que todo jugador tenga a su alcance millones de tácticas y estrategias sobre su preparación, ha creado la ilusión de que el Head Coach en un equipo tiene que ser capaz mas de crear una relación positiva con sus colegas y jugadores que dominar el conocimiento táctico del football.

Veamos.

De los ocho nuevos Head Coaches en la NFL, solo dos superan los cincuenta años. 

Carolina contrató a David Canales (42) quien lideró la ofensiva #19 en puntos y #23 en yardas en Tampa Bay, Seattle cambió de tener al Head Coach más viejo (Pete Carrol, 72) al más joven (Mike McDonald, 36), y Atlanta prefirió a Raheem Morris (47) quien tuvo 34% de victorias la última vez que tomó un puesto similar.

¿Cuál es el común denominador de todos ellos? 

Energía, motivación y su capacidad de trabajar en equipo con el dueño y General Manager. 

Esto genera la pregunta más importante, ¿que pesa más en el perfil de un Head Coach, su grado de experto o su habilidad de colaboración? 

Si los términos fueran neutrales y definidos correctamente, intentar contestarla sería interesante, pero desafortunadamente el concepto de experto ha sufrido ante nuestra evolución social.

Es triste pero lo tenemos que entender y afrontar.

Bill Belichick empezó a dibujar prácticas cuando tenía seis años, a los veintitrés tuvo su primer trabajo oficial en la NFL y, antes de tomar el puesto en New England, acumuló quince años de experiencia como Coordinador o Head Coach. 

Michelangelo creó al menos 141 obras de arte, Tony Robbins lleva más de 45 años dando platicas motivaciones, Agatha Christie escribió 66 novelas, Warren Buffet tenía 16 cuando compró su primera acción. 

La creación de un experto conlleva tiempo y actualmente hemos creado un mundo que es incapaz de esperar. 

El ratio de cambio de CEO’s en las empresas más grandes del mundo esta en máximos niveles,  el promedio que permanece una película como la mejor en Netflix parece ser de un día, y la enfermedad “redes sociales” está reduciendo nuestra capacidad de atención a la de un pez.

La decisión por parte de los equipos en la NFL al no valorar la pericia de Belichick no solamente es el resultado de preferir un “estilo motivador” de Coach, si no de ya haber perdido noción de lo difícil y único que es tener a una persona realmente experta en cualquier profesión. 

La sociedad de hoy ha decidido resaltar la arrogancia y totalitarismo de personas como Belichick (i.e. Steve Jobs) y aminorado el hecho de que su agresiva determinación es producto de miles de horas de preparación. 

¿Por qué?  Porque ya no tenemos tiempo para admirar y valorar la excepcionalidad de una vida entregada a una profesión. 

Claro que hace sentido buscar a un líder motivador con capacidad de colaboración cuando es la única alternativa, pero cuando tienes la oportunidad de ser dirigido por un talento único creado por la fortaleza del tiempo la historia nos ha enseñado que no puedes desperdiciarla. 

¿Qué sería del mundo hoy si en lugar de confiar en Winston Churchill Inglaterra se hubiera puesto a “colaborar”? 

Asumimos que estos expertos carecen de flexibilidad y se nos olvida que en realidad escogen cuando serlo. 

En cuestiones que necesitan rápida ejecución (i.e. pedir tiempo fuera en un Super Bowl), estas personas saben que no hay mente mejor preparada que la de ellos. Consultar es una pérdida de tiempo. 

De lo contrario, cuando la decisión se favorece del tiempo y conlleva trascendencia, la inteligencia de estos los hace altamente flexibles y dinámicos. Belichick cambió de estilo ofensivo y defensivo múltiples veces, osciló entre diferentes grados de agresividad en el manejo del juego y, recientemente, accedió a ceder control sobre los contratos de los jugadores

Churchill cambió de idea varias veces, Steve Jobs intentó cientos de diseños sugeridos por sus ingenieros, Michelangelo pintó, a pesar de que lo odiaba, para mejorar el realismo en sus esculturas.

No. Es errónea clasificar a los expertos como inflexibles. Es ilógico pensar que llegaron a ese nivel sin escuchar. 

Pero hoy, lo que pasa, es que Instagram nos roba el criterio para entenderlo.

La NFL va a pagar el precio por no haber valorado a Belichick. 

El siguiente año, después de haber aprendido que motivar y relacionarse con los jugadores no produce los mismos resultados que una vida de entrega, y acordarse de que los equipos en la cúspide (Kansas City, San Francisco) están comandados por expertos “inflexibles”, correrán por los servicios de Belichick. 

Recordarán, tristemente, que no importa la era en la que estemos, hay cosas que solo el tiempo construye con una fortaleza y valor imposibles de reemplazar. 

Viviremos esta temporada sin su mas grande experto y, con su ausencia, jugada tras jugada aprenderemos.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.