En España no se come, se “va de tapas”.
El “tapeo” (léase con acento jolines tío) es de las creaciones culinarias más curiosas de este planeta. Al igual que gigantes como el sushi o la taquiza, carece de espacio de maniobra en su tamaño e ingredientes, pero conlleva una gran responsabilidad cultural e histórica.
Es como el “Lego” de la cocina, con las mismas piezas tienen que crear majestuosidades.
Esto provoca que cada ingrediente agregado sea minuciosamente analizado por los comensales que, en expresiones como “bah”, “flipas” u “ostias” dejan clara su evaluación.
Este año, la ganadora como la mejor TAPA DE ESPAÑA, fue una creación llamada Cruz de Navajas y, en su combinación poética de ingredientes, podemos encontrar porque: navaja en ajoblanco con melocotón de Calanda encurtido, perlitas de gel de cava, piel de limón de juliana, reducción de pata de vaca y todo va colocado en las misma concha y coronado con coral de borraja.
Es como una película de Christopher Nolan, si tratas de entenderla no la saboreas.
Pero dentro de este mismo certamen, hubo una tapa que llamó especialmente la atención (también fue galardonada) por su preciso añadimiento de un ingrediente.
En la bella ciudad de Zaragoza, un clásico “bar” decidió agregar sencillas rodajas de chocolate amargo a la por siglos constante base de queso salmuera y tomate. A su paso, envió los paladares de la población en un rave de sabores y creo la “tapa dulce” más hermosa de su existencia.
Rodajas de chocolate amargo. Nada más.
¿Será que esta temporada en la NFL presenciaremos algo similar?
Durante los últimos cinco años (siglos NFL), hemos visto como un ser levitante (Mahomes) ha dominado la liga. Su talento ha pasado de increíble a constante y se ha combinado con una base, en su Head Coach y Tight End, que lo crece exponencialmente.
Sin embargo, estamos por iniciar un nuevo “certamen” y, por ende, la “tapa” tiene que buscar su modificación que la resalte y nuevamente la haga imposible dejar de probar.
La ofensiva en Kansas City necesita su ingrediente preciso.
Al parecer, la temporada pasada en el momento más importante, lo encontraron.
Debido a su historial de lesiones el cual en dos temporadas solo le ha permitido jugar diecinueve de treinta y cuatro juegos, Kadarius Toney fue intercambiado por los Giants a Kansas City por la módica cantidad de dos selecciones, tercera y sexta ronda. En dos años se devaluó más rápido que un Iphone (fue selección de primera ronda en New York).
Pero los grandes chefs reconocen el momento exacto para agregar un ingrediente. La contratación de Toney, en retrospectiva, fue un adelanto de lo que sería una nueva estrategia.
JuJu Smith-Schuster y Mecole Hardman, los dos receptores titulares del equipo, hoy ya están con los Patriots y Jets respectivamente.
Por otro lado, Sky Moore, receptor seleccionado en el Draft 2022, no estableció la conexión esperada con Mahomes. Cuando lo buscaba, el mejor quarterback del planeta tuvo su peor rating (61.7).
La “tapa”, el año pasado, ya sabía que necesitaría un cambio.
Ahora, para entender porque Kadarius Toney hace sentido en esta ofensiva, debemos recordar que las bases son bases porque se mantienen fortalecidas por su efectividad.
Travis Kelce tiene el récord de más temporadas consecutivas (7) para un tight end con al menos mil yardas por recepción. En las “tapas”, el pan, tomate y queso no cambian porque su combinación es perfecta. En el football estas combinaciones son indefendibles.
El tamaño, fuerza y versatilidad de Kelce, además de convertirlo en una de las armas más peligrosas de la liga, provoca que las defensivas se concentren en él y, consecuentemente, descuiden otras partes del campo.
Al final, el football es un deporte sencillo de geometría y números. Los maestros, como DaVinci o Andy Reid, son aquellos capaces de extender sus capacidades al límite.
La atención a Kelce genera espacio, y en él puede habitar un ser veloz y ágil como Toney.


Paulatinamente, el año pasado vimos como Andy Reid fue encontrando formaciones y situaciones idóneas para usar a Toney. En siete juegos, terminó con catorce recepciones doscientas cuarenta yardas y dos touchdowns. Aunque quizá las estadísticas no son espectaculares, la forma en la que las logró sí.
Al igual que lo experimentó con Tyreek Hill, Reid entiende que la virtud de la velocidad no se expresa en línea recta sino en el área en la que se le permita trabajar. El chocolate oscuro puede ser rico individualmente, pero en contraste con el tomate provoca sensaciones elevadas.
La lógica esta temporada será simple, Travis Kelce dictará la dirección defensiva con su posicionamiento y movimiento mientras que Toney explotará las áreas opuestas. Sin importar la forma.
Finalmente y mejor aún, entre Patrick Mahomes y Travis Kelce, los Chiefs este año gastarán alrededor del 25% del tope salarial. Kadrius, por lo contrario, representará menos del 1%.
Al final, no son los ingredientes como tal sino su precisa combinación la que crea los mejores platillos.
Aquellos que no podemos dejar de disfrutar.
