Cowboys fans, tengo una palabra y una pregunta para ustedes.

La palabra es “solamente”. La pregunta la haré al final.  

Solamente los Chiefs tienen mas victorias de temporada regular que su equipo en los últimos dos años.

Solamente tienen a Sean Payton en la cabeza.

Es increíble pensar que mientras equipos como Houston, Arizona y Denver tratan de encontrar a un líder que los saque de la miseria, su equipo, el cual terminó con el tercer mejor récord de la liga, pueda despedir al suyo quien no ha hecho otra cosa mas que acumular victorias.

Es como quejarse de que la pasta no esta “al dente” a un lado de un huérfano.

Pero si el resto de la liga no los entendemos, quizá es porque carecemos de contexto

Empecemos por recordar porque Mike McCarthy está ahí.

En enero del 2020, a un año de que fuera despedido de Green Bay, Dallas contrató a McCarthy bajo el argumento de que el y solo otros dos coaches en la historia de la NFL habían llegado a los playoffs nueve temporadas consecutivas.

Dak Prescott venía de su mejor temporada con 30 touchdowns y se quedó a una yarda del récord de la franquicia, sin embargo, Dallas no pudo calificar a playoffs y en Texas el nombre Jason Garrett era relacionado con aplausos y mastique extremo de chicles, pero no con victorias importantes (Récord 85-67, Playoffs 2-3).

Oportunidades como la que le dieron a McCarthy no son comunes en la NFL.

Tener a tu quarterback franquicia en su quinto año, dos corredores en su mejor momento y una defensiva solida con talento joven es como entrar a trabajar con secretaria y lugar de estacionamiento…en Wall Street.

Consecuentemente, como en la vida, las mejores oportunidades alimentan grandes expectativas.

McCarthy no fue contratado para ganar juegos sino para darle el sexto campeonato a un dueño que a sus ochenta años parece envejecer cada segundo que pasa sin ver una victoria en playoffs (lleva envejeciendo desde 1992, ocho derrotas consecutivas).

Todo Cowboys fan ha soñado que Dallas gana el Super Bowl y los cielos (AT&T Stadium) se abren con un inmenso resplandor dirigido a Jerry quien se retuerce como hombre lobo y, para el placer del Comisionado, rejuvenece 30 años.

El lunes Dallas no enfrenta a Tom Brady, enfrenta su peor pesadilla, la presión y ahogo que solamente las altas expectativas son capaces de crear.

Aunque son visitantes, los Cowboys no deberían tener problema ya que técnicamente son superiores a un equipo en que podríamos argumentar no merecía estar en playoffs (el mundo hubiera preferido a Detroit).

Tres titulares (Tyler Biadasz, Leighton Vander Esch, Johnathan Hankins) que no estuvieron en la patética actuación vs Washington regresan, Micah Parsons esta sano y enojado por no haber sido seleccionado al All Pro, la defensiva fue líder en turnovers por segunda temporada consecutiva y la ofensiva desde que regreso Prescott es primer lugar en puntos (35.1).

Podemos argumentar que Tom Brady nunca ha perdido vs Dallas (7-0), que el pasto natural convierte a Dallas en Chicago (1-4) o que Mike Evans mágicamente regreso a su forma, pero en realidad nada esto sería suficiente para justificar una derrota.

Vita Vea es una presencia en el centro, pero ¿quién va a mantener los extremos y controlar a Tony Pollard quien superó las 1,000yds por primera vez en su carrera?

¿Quién va a cubrir personal a Cedee Lamb quien terminó con 107 recepciones y es mas elusivo que toda la secundaria de Tampa Bay?

¿Cómo piensa Tampa Bay correr el balón si fue el peor ataque de la liga (76.9 yds/juego) y enfrenta  a Leighton Vander Esch quien tuvo 90 tackles a pesar de no estar activo en 3 juegos?

Las expectativas no solamente ahogan, también desaparecen pretextos.

Si los Cowboys pierden, el envejecimiento de Jerry Jones le va a prohibir pensar en las lesiones de su línea ofensiva o en que no ha podido estabilizar el lado opuesto de Trevor Diggs.

La derrota, bajo una enorme nube gris, le bloqueará cualquier pensamiento y le borrará todo el pasado. Lo dejara con solo un nombre en la cabeza, Sean Payton.

Asi es que, Cowboys fans, ha llegado el momento difícil de hacer mi pregunta.

Solamente por esta vez, por este único momento que contiene el potencial de alterar destinos, ¿a quién apoyarán el lunes?