“El niño está guapo y lo peinan con gel”, asi me siento después de lo que considero la mejor semana de Playoffs en mucho tiempo.
Sin mas preámbulo, he aquí el menú y la disgestión que viví este fin de semana.
Aperitivo: Aritos de Defensas
Primera jugada, intercepción, segunda, sack, quinta, otro sack, séptima, si, otro sack.
No había que ser un científico de la NASA para darte cuenta por donde iba la cosa.
Me hizo recordar aquella referencia del Cachorro: “Cuando compras un Ferrari, necesitas al menos tener cochera techada”.
La OLine de los Bengals permitió (contra la defensiva rankeada #21 en presiones al quarterback) 13 hits y 9 sacks a Joe Burrow en 45 dropbacks.
A pesar de esto, “El Ferrari” de los Bengals, Joe Burrow, estacionado en el parquímetro de la calle, se dio tiempo de meter 348 yds por aire aun cuando existía la probabilidad que en el 51% de las jugadas le pegaran. A su paso logró un agónico triunfo por 3 puntos sobre los Tennessee Titans que, también, tienen su parte en la historia.
“Los círculos de las estrellas más brillantes”, como llama a los Titans mi hijo Rauf, se mandaron un jueguito ofensivo para el olvido.
Ryan Tannehil tiró 3 intercepciones y The King, a quien yo anunciaba con bombo y platillo por regresar con “patitas frescas”, corrió en promedio para 3.1 yds por intento, números que definitivamente no asustan a nadie. Esto permitió que los Bengals accedieran a su tercer campeonato de conferencia en su historia, instancia en la que no estaban desde que “Bad Medicine” de Bon Jovi era el hit en la radio (1988).
Plato Fuerte: Filete a la “I Still own you”
Para los que me han escuchado antes tal vez esto no sea de gran sorpresa , pero nada como la constancia en las cosas. ¡Y la constante es que Aaron Rogers vs Los 49ers en juegos de playoffs, pierde!
Si, así es, un record de 0-4 contra los Niners y una marca nada envidiable de 11-10 en juegos de playoffs.
Los Green Bay Packers sucumbieron en el “Frozen Tundra” 10-13 con una discreta actuación del MVP y plagada de errores en equipos especiales que seguramente costarán el trabajo del Coordinador de Equipos Especiales.
Si bien debería de estar escribiendo de lo que sí hicieron los Niners para ganar, voy a apegarme a las primeras líneas donde hablo de la constancia y voy a hacer lo que normalmente hago, desenmascarar a Aaron Rogers.
El MVP reinante y candidato a MVP de esta temporada, por enésima ocasión, fue quien es lo que cuesta mucho trabajo ver.
Destrozó durante la temporada a los equipos de su división, Lions, Bears y Vikings, equipos que no asustan a nadie y con quien tiene una marca histórica, sin embargo, regresó a su “bastante malito” mode en playoffs. Permítanme poner en contexto su carrera cuando se sale de su zona de confort. Desde el 2017 tiene los mismos juegos de playoffs ganados que la amenaza área que significaba Blake Bortles, el cepillado de los Rams Jared Goff o el jugador de segundo año, Joe Burrow.
¡Una cosa si le aplaudo a “ARod”, ya no perdió el Campeonato de la conferencia…ni siquiera llegó!
Entremés: Crema de casi Comeback
La jornada inició con un platillo difícil de perderse, en el que yo también me avente en el grill unos tacos de costilla con aguacate, salchicha y tuétano, que exponenciaron lo presentando en la televisión (ya me dió hambre).
Vamos al tema con un poco de desorden en las ideas.
Los Buccaneers estuvieron a punto de repetir la historia que hemos visto por años, Tom Brady regresando en un juego que parecía imposible.
Cuando los Rams tenían una cómoda ventaja de 20-3 provocada por un amplio dominio, apareció el que siempre aparece.
Ayudado de 2 jugadas defensivas impresionantes puso el marcador 27-27 para irnos a lo que parecía un inminente overtime y, aunque no me gusta basar los juegos en una jugada, esta vez lo tengo que hacer.
Una de las mentes defensivas más brillantes de la actualidad, a quien además yo catalogué como el MVP del Super Bowl el año pasado, Todd Bowles, Coordinador Defensivo de los Bucs, tuvo la brillante idea de mandar un cover 0 blitz faltando 35 segundos. Esto dejó nada más y nada menos que al ganador de la triple corona, Cooper Kupp, 1 vs 1 con el safety, (quien no se caracteriza por cubrir personal) y permitió que Stafford conectará para 44 yds. Esto le abrió la puerta para a los Rams para que intentaran un gol de campo de 30 yds con 5 segundos en el reloj y les regalaron el jugar por tercera ocasión en la temporada vs los Niners.
Postre: Pastel Sublime
Después de que la semana nos había dejado ya un carrusel de emociones, los Chiefs y los Bills nos dijeron: “hay comper”, y nos regalaron la montaña rusa más impresionante que hemos visto, más impresionante que la de Ricky Ricon.
Un embriagante 42-36 en favor de Los Chiefs, donde todo el juego fue una ráfaga de emociones con “Space Jam” Patrick Mahomes por un lado y “El dueño del sistema solar” Josh Allen por el otro, la creatividad ofensiva de Andy Reid y los Balls of Steel de McDermontt jugando cuantas cuartas oportunidades se le aparecían en el juego y provocando estrés en todos los espectadores asi no fueras fanático de ninguno de los 2 equipos.
Aunque parecía que los Bills cerraban el juego de manera impresionante, Mahomes nos recordó que también fue a jugar y con 13 segundos en el reloj, completó un par de pases para poner a Butker en posición para lograr un gol de campo de 49 yardas y mandar el juego a overtime.
Los Chiefs ganaron el volado, situación que a la postre desató la polémica, (donde, a mí parecer no hay) y en una serie de libro de texto, Mahomes encontró a Kelce para ganar el juego.
La polémica a la que hago referencia es que al terminar el juego surgieron quejas y comentarios respecto a las reglas del tiempo extra, pero las reglas están escritas raza y un volado no gana el juego porque si la defensa sale a jugar y detiene a la ofensiva contraria, no habría polémica.
RedDeeperos, así digerimos esta semana y nos leemos por aquí la próxima.
Excelente artículo, apto para expertos y para los que queremos saber más de este gran deporte, super recomendado