Caminemos por esta galería histórica:
En esta pintura, podemos encontrar los siguientes elementos:
Seis jugadores ofensivos fracasando en protección de pase, tres receptores a mas de diez yardas de la línea de scrimmage (círculos rojos) aun corriendo trayectorias desesperadamente, un receptor antes de la yarda cincuenta (círculo azul) viendo al sujeto en cuestión (Thomas Edward Brady) el cual no lo ve, pues anteriormente tuvo que apresurar el lanzamiento en respuesta al pánico de ver una inminente agresión hacia su persona (flecha).
La pintura fue creada en 2ª oportunidad y 6 por avanzar el pasado 29 de noviembre del 2020 durante el primer cuarto de la batalla Tampa Bay vs Kansas City.
Dentro de la misma sección de esta galería, podemos encontrar otra pintura similar:
Evidentemente, podemos apreciar elementos casi idénticos:
Cinco jugadores ofensivos en patética protección de pase, cuatro receptores aún corriendo trayectorias (círculos rojos), un receptor intentando evitar el tráfico (círculo azul) en busca de estar disponible para el sujeto en cuestión (Thomas Edward Brady) quien, en total frustración, lanza de forma apresurada evitando una agresión (flecha).
La pintura fue creada en 3ª y 4 por avanzar el pasado 29 de noviembre del 2020 durante el tercer cuarto de la batalla Tampa Bay vs Kansas City.
Pero los museos están hechos para aprender, no para frustrarnos (a excepción del Museo del Niño).
Así es que, seguiremos caminando.
Esta vez, nos cambiaremos de sección regresando el tiempo un par de años.
Como nos podemos dar cuenta, el estilo de esta pintura no se parece a las anteriores.
En secuencia, de arriba hacia abajo, ahora podemos apreciar elementos diferentes:
Un receptor en movimiento durante el inicio de la jugada (flecha rosa #1), acompañado por un liniero ofensivo en “trampa” simulando técnica de bloqueo terrestre (flecha negra #2), seis jugadores ofensivos en perfecta protección de pase, dos receptores corriendo trayectorias verticales (círculos rojos) y dos en posición abierta para recibir el balón (dobles círculos rojos) de manos del sujeto en cuestión (Thomas Edward Brady).
Además, otro elemento crucial es agregado:
Cuatro defensivos se muestran estáticos sin oportunidad de provocar agresión gracias a la incertidumbre que viven (cuadrados amarillos).
La pintura fue creada en 2ª y 9 por avanzar el pasado el pasado 20 de enero del 2019 durante la batalla Kansas City vs New England por el campeonato de Conferencia.
Ésta es una obra de arte, las dos primeras nunca se vendieron.
Si bien es cierto que los genios han pasado a la historia por poseer talentos únicos, esto jamás ha significado que, por ende, son poseedores de TODOS los talentos.
¿Qué hubiera pasado si Pablo Picasso hubiera intentado hacer un “Jackson Pollock”?
¿Si Adele cantara cumbia?
Cuando nos referimos a los genios del football, hay dos cosas importantes de recordar: jamás dejará de ser el juego en EQUIPO por excelencia y, mas importante aún, nunca dejará de ser una perfecta analogía con la vida en donde la felicidad y el éxito están basados en superar adversidades con las habilidades que tenemos y no con las que constantemente quisiéramos tener.
En la pregunta sobre a quién debemos culpar por las actuaciones mediocres de los Tampa Bay Buccanneers, es sorprendente y ridículo escuchar el argumento en contra de Tom Brady:
“Es el mejor de todos los tiempos, debería de poder hacer todo.”
¡No!
Justo el hecho de que no puede hacerlo todo es lo que lo hace tan grande.
Para Brady, quedarse estáticamente detrás de la bolsa de protección esperando que los receptores desarrollen trayectorias largas, es como haberle pedido a Dan Marino correr como Lamar Jackson.
En los últimos 4 juegos, Brady esta 0 de 17 y 7 intercepciones en pases de mas de 20 yardas.
Algún tiempo atrás, Dan Marino corrió para 87 yardas…en 17 años. Sin embargo, entró automáticamente al Hall of Fame.
No complementar el juego ofensivo con play action (engaño de carrera) y no hacer movimientos pre jugada, es para Brady lo que para Peyton Manning era justo lo opuesto.
Enfrentando a Kansas City este noviembre, los Buccanneers usaron play action solamente cinco veces a pesar de ver a Brady completar cuatro pases y un touchdown.
En la temporada, Tampa Bay es #30 de la NFL en intentos de este tipo de jugadas.
De forma opuesta, durante las primeras seis semanas que Denver quiso correr su ofensiva basada en engaños, Peyton Manning en el 2015 lanzó 10 intercepciones, su máximo en ese lapso desde que era novato.
Recordemos, Payton Manning es uno de los mejores de todos los tiempos.
En otras palabras, todos tenemos habilidades diferentes.
Podríamos caer en la tentación de pensar que Tom Brady ya había estado en una situación similar, en donde lanzó el balón verticalmente de manera predominante, y que resultó en éxito si recordamos la temporada 2007 (Randy Moss) cuando New England no perdió hasta el Super Bowl.
Aquel año, Brady promedió 8.3 yardas por pase (segundo máximo en su carrera), lanzó para 4,806 yardas y anotó 50 touchdowns, récord en ese momento.
Sin embargo, sería injusto mencionar estos números sin resaltar otros que, en retrospectiva, hicieron esto posible.
En aquella temporada, Brady recibió 21 sacks (tercero mas bajo), New England era #9 de la NFL en intentos de carrera, en 12 juegos (incluyendo playoffs) corrieron para mas de 100 yardas, Wes Welker, responsable de las trayectorias intermedias, terminó con 1,175 yardas, y la línea ofensiva tenía a tres pro bowls en el lado izquierdo (Matt Light, Logan Mankins, Dan Koppen).
Por cierto, la defensiva era #4 de toda la liga en yardas y puntos permitidos.
No es que Tom Brady nunca haya lanzado el balón agresivamente, es que cuando lo hizo, como todo caso de éxito, tenia la situación adecuada.
El football no es un juego de talento sino de adaptación a él.
Pero ¿por qué pasa esto?
¿Por qué un staff como el de Bruce Arians en Tampa Bay se muestra renuente a cambiar y adaptarse?
Para encontrar la respuesta, debemos seguir caminando por nuestra galería.
La pintura que vemos ahora no solamente es negra en color sino también en representación.
En septiembre de 1941, el Ejército Alemán había conquistado prácticamente todo el oeste de Europa.
Grecia, Yugoslavia, Italia y hasta el norte de África eran dominados por las fuerzas comandadas por Adolf Hitler.
Ayudados por aliados como Finlandia, Romania, y Hungría, la presencia y ambición de Hitler representaba la amenaza mundial mas grande de la historia moderna.
Increíblemente, fue en este momento, en la cúspide de poder y ambición, cuando todo cambió.
Dentro del equipo de consejeros de Hitler, un hombre resaltaba, Fritz Todt.
Fritz fungía como líder economista y representaba la voz de la mesura.
Basado en profundos análisis, Fritz le había advertido en repetidas ocasiones a Hitler que Alemania no tendría los recursos suficientes para seguir luchando en diferentes frentes al mismo tiempo.
De seguir bajo la misma estrategia, los resultados serían adversos.
Sin embargo, a solo días de conseguir que Hitler pausara los ataques y que su ejército se recuperara, Todt fue asesinado el 8 de febrero de 1942.
En retrospectiva, el asesinato que salvó al mundo.
Hitler de inmediato lo reemplazo con Albert Speer, quien no solamente carecía de experiencia, sino era amigo leal de Hitler, incapaz de debatir con él.
Los planes de pausa y recuperación quedaron atrás, Alemania decidió seguir atacando.
Afortunadamente, conocemos el desenlace de esta historia.
El Ejército Británico, ayudado por los soviéticos y la nueva participación de Estados Unidos, en menos de cinco años, exterminaron la amenaza.
¿Por qué Hitler no recordó lo advertido por Fitz?
Porque Hitler, como muchos de nosotros a veces lo hacemos, fue cegado por un falso sentir de que los resultados positivos del pasado son directamente transferibles al futuro simplemente por repetir estrategias.
El enemigo mas grande de la flexibilidad es la memoria del éxito.
El hecho de que en algún momento decisiones que tomamos nos llevaron a resultados positivos, nos hace renuentes a cambiarlas.
Entre mas duradero haya sido el éxito, mas resistencia le encontramos al cambio. He aquí el porque, entre mas viejos, mas necios.
Regresando al football, Bruce Arians produjo, en 2009 la ofensa #7 (yardas) de la NFL en Pittsburgh con Ben Roethlisberger (4,328 yds), en 2012 la #10 en Indianapolis con Andrew Luck (4,373 yds) y en 2015 la #1 en Arizona con Carson Palmer (4,671 yds).
Tres temporadas exitosas utilizando el esquema ofensivo “Air Coryell”, el mas agresivo en jugadas aéreas de la historia.
Para Arians, Pittsburgh, Indianapolis y Arizona, son su “Grecia”, “Yugoslavia” y “África”.
Sin embargo, Arians olvida que el éxito de estrategias anteriores depende completamente en su adaptación a situaciones nuevas.
Su línea ofensiva ha tenido más cambios que un artista en vivo, permitido 39 golpes a Brady y registra el menor tiempo promedio para lanzar de la liga (2.2 segundos).
Como Hitler, Arians no ha aprendido que aunque ciertas tácticas parecen ser ser infalibles, el tiempo nunca lo es, y cuando este cambia, se vuelve una variable mucho mas importante.
En la prensa de Tampa Bay, en la frustración de sus jugadores ofensivos y en los resultados por debajo de las expectativas, Bruce Arians hoy tiene a “Fritz Todt” hablándole al oído, suplicándole que detenga momentáneamente el ataque.
Desgraciadamente, es difícil pensar que lo escuchará.
Como lo hemos visto en la historia, reconocer carencias y adaptarse a ellas, es solo de genios.