“La prueba para una gran inteligencia es tener la habilidad de mantener dos ideas opuestas a la vez y aun así funcionar.” – F. Scott Fitzgerald
La prueba mas grande de esta pandemia ha llegado a la NFL.
Durante los últimos seis meses, un dilema ha reinado nuestro mundo, mantener la máquina económica para intentar salvar nuestra calidad de vida o apagarla para asegurar su supervivencia.
Hoy, a la liga mas poderosa del mundo le toca jugar.
Escribamos con honestidad. Por mucho que nos duela el aceptarlo, esta temporada puede ser catastrófica.
¿Hemos pensado en los efectos de que uno de nuestros Head Coaches legendarios, los cuales la mayoría superan los sesenta años, se enferme gravemente y/o pierda la vida por el virus?
El simple hecho de escribirlo cuesta trabajo, genera miedo en los dedos.
Sin embargo, ¿cuál es la alternativa? ¿Cancelar la temporada? ¿Posponerla?
Si el Draft se hubiera pospuesto hace dos meses, aun no lo tendríamos y, peor aún, no hubiera cambiado absolutamente nada. Cancelar la temporada no sería nada mas que un llamado de esperanza y, en palabra de James Cameron, ésta no es una estrategia.
Solo hay algo que nos da mas miedo que el virus en sí y es la idea de que éste nunca se irá, de que es parte de nuestro nuevo mundo y que tendremos que lidiar con él para siempre. Aunque pensamos que esto lo habíamos aprendido con otras enfermedades como el SIDA, no fue hasta ahora, cuando el hablar cerca con alguien puede ser letal, cuando vemos el verdadero impacto.
Entonces, ¿qué nos queda por hacer?
Nos queda tomar el aprendizaje mas grande del football y ponerlo a su máxima prueba.
Nos queda pelear como equipo.
Iniciemos con el manual que nos dejó el padre de Bill Belichick, Steve, empecemos con el scout del enemigo.
En Estados Unidos, el virus ha contagiado a mas de cuatro millones de personas y mas de 150,000 han muerto. La información recopilada de estos casos ha permitido identificar cual es la población con mayor riesgo.
Debido primordialmente a los altos porcentajes de grasa en el cuerpo, el 70% de los jugadores en la NFL cumplen con el perfil.
El enemigo es claramente mas fuerte.
A menos de una semana de que la liga profesional de baseball iniciara su temporada, juegos ya han sido cancelados y un caso controversial de negligencia amenaza suspenderla indefinidamente.
La semana pasada, cuando los primeros jugadores en la NFL se reportaron con sus equipos, la Unión de Jugadores reportó 59 casos positivos.
El enemigo es definitivamente mas rápido.
En Alemania, la Bundesliga parece haber regresado con éxito después de solamente reportar un caso positivo durante sus primeros tres meses de operación. A su paso, ha roto records de ratings a pesar de haber enfrentado fuertes criticas inicialmente.
Sin embargo, comparar Alemania con Estados Unidos y el fútbol con el football es comparar peras con sushi.
El país europeo ha sido un ejemplo a seguir en la batalla contra el virus en su mayoría gracias a su sentido de cooperación y SENTIDO COMÚN que habita en su población, algo diferente al egoísmo ignorante que hoy predomina en “The Land of the Free”.
Por otro lado, un equipo de fútbol activa veintidós jugadores para cada partido y su plantel no supera las cuarenta personas. En la NFL, habrá aproximadamente 5,000 jugadores, coaches y administrativos viajando por veintidós estados simultáneamente.
El enemigo tiene mas experiencia. Es experto en el arte del engaño.
Habiendo ya detallado las características de nuestro contrincante, ahora nos resta lo más difícil, entender quienes somos.
Una jugada en el football dura en promedio cuatro segundos. Para conseguir su éxito, se necesita una completa armonía y máximo esfuerzo por parte de sus once integrantes. Ningún otro deporte en equipo presenta tan exigente requerimiento una y otra vez.
Una disculpa al basketball, baseball y todos los demás deportes, pero ¿hay alguien mas capacitado que un jugador de football para trabajar en equipo?
En cuanto al virus, el tamaño de la NFL es preocupante por su difícil control y rápida propagación potencial. Sin embargo, ¿no será posible verlo al revés también?
En nuestro tamaño perdemos individualismo, somos fuerte en conjunto.
Cuando hay mas de seis jugadores defendiendo la carrera, el equipo ofensivo piensa en lanzar el balón. De lo contrario, si la defensiva decide jugar con mas de cuatro en su secundaria, la lógica es correrlo.
Si un jugador defensivo sale lastimado, de inmediato la jugada ofensiva tiende a atacar su lado del campo. Si la ofensiva pierde un liniero, los blitz defensivos se hacen mas presentes. Si el cornerback esta en desventaja de altura, el pase en su contra será elevado. Si un corredor es demasiado fuerte, el tackleo es direccionado sus pies.
Si…,si…,si….
El football esta basado en la capacidad de adaptación. No hay imposibles, simplemente alternativas.
En las instalaciones de los Vikings, las salas de juntas diseñadas para 172 jugadores se reducirán a 42, en Atlanta las mesas de la cocina estarán al aire libre y en todos los gimnasios alrededor de la liga no habrá grupos de mas de veinte jugadores.
Durante los primeros días de entrenamientos, se efectuarán pruebas diarias a los jugadores y staff. Si hay un caso positivo, además de iniciar el protocolo de cuarentena, se rastreará el contacto con otros jugadores para realizar nuevamente las pruebas necesarias. Si después de sanar, el jugador presenta dos pruebas negativas consecutivas después de catorce días, podrá regresar.
Somos expertos en adaptación, creadores de alternativas.
En el 2001, los Rams promediaban 31.4 puntos por juegos y, durante su record de 14-2, anotaron 230 puntos mas de los que recibieron. Su roster estaba liderado por dos miembros del Hall of Fame, Marshall Faulk y Kurt Warner, este ultimo el MVP de dicho año.
Apodados como The Greatest Show on Turf, este equipo pasaría a la historia como una de las ofensivas mas poderosas.
En su ultimo juego, el Super Bowl XXXVI, eran favoritos por dos touchdowns frente a un equipo con Head Coach desconocido y quarterback con cara de adolescente.
La historia la sabemos.
A sorpresas del mundo, la defensiva de Bill Belichick recibió tres puntos en tres cuartos, golpeó a Kurt Warner en todas sus posesiones y, ayudada de una precisa seria final por parte de Tom Brady, los Patriots ganaron su primer campeonato de lo que hoy conocemos como la dinastía mas importante de los últimos veinte años.
En retrospectiva, ningún defensivo de New England era comparable en velocidad a los receptores de los Rams, por ende, la estrategia fue golpearlos al inicio de cada jugada y romper el ritmo ofensivo.
Antes de ese día, Tom Brady tenía diecisiete juegos de experiencia. El staff lo limitó a 145 yardas por aire.
Para este 2020, el calendario esta diseñado sin juegos divisionales durante las primeras dos semanas. De los juegos de la semana tres, todos los equipos comparten después su semana de descanso, abriendo así la posibilidad de recalendarización.
El Super Bowl puede moverse hasta un mes después o cambiar de lugar.
Somos Goliaths, peleamos con la mente. Solamente aquellos que nos ven por fuera y que envidian el algún día haber estado adentro, argumentan que el football es un juego bruto, no logran ver la inteligencia.
No importa cuanto tiempo debatamos, cuantos argumentos presentemos a favor de jugar o cancelar la temporada, la decisión final nunca será perfecta porque el mundo y el ser humano no lo es, porque en la lucha de esta pandemia la palabra no existe.
Desde su nacimiento, el football nos ha preparado para esta imperfección.
En sus cuatro segundos de caos, siempre nos ha retado con la decisión entre confiar en los demás y sacrificar individualismo bajo un objetivo común o simplemente no hacer nada y rendirse.
En el juego mas difícil e importante de toda la historia, nadie esta mas listo para pelear.