
De la misma forma que observaríamos “El Guernica” de Picasso, observemos esta imagen.
Admirémosla pacientemente.
Al igual que en aquella majestuosa obra de arte, esta expresa mucho mas de lo que está simplemente proyectado.
Respiremos, disfrutemos, y detengamos el tiempo por un minuto.
Guardemos esta imagen en nuestras mentes.
En Dallas, reside la franquicia deportiva mas valiosa del mundo.
Cinco y medio mil millones de dólares en valuación, la cual supera cualquier otra organización deportiva e, incluso, la gran mayoría de empresas que, irónicamente, producen cosas mas “necesarias” que un partido de football (punto debatible).
El propietario de dicha franquicia es un hombre peculiar y admirable.
Además de ser pionero clave de la liga mas poderosa, es responsable de revolucionar la manera en la que el deporte, actividad que solíamos ver como un pasatiempo, se ha convertido en un agente fundamental de la economía internacional.
Operativamente, la franquicia esta liderada por un hombre que, a pesar de hace solo cinco años ser uno mas de la población, hoy es el actor principal del caso mas controversial en esta industria.
Treinta y cuatro millones de dólares anuales, monto que lo hubiera situado dentro de los cuatro jugadores mejor pagados de la historia, no fueron suficientes para Dak Prescott.
¿Cómo es esto posible si jamás imaginó tener ni la mitad de este dinero?
Pensándolo bien, ya no debe sorprendernos de tan “ilógica” reacción. El cerebro humano funciona a base de comparaciones y, Dak, no se compara con las mismas personas que tu ni yo.
Lo interesante realmente, es entender que estamos haciendo la pregunta incorrecta.
En este dilema, hay una pregunta mas profunda que, al parecer, no solamente ignoramos nosotros, sino la mayoría de estos jugadores, dueños y directivos.
¿Qué es lo que quiere Dak Prescott en su vida, la mayor cantidad de dinero, o, la mayor gloria y trascendencia?
En la NFL, específicamente en la posición de quarterback, estos dos aspectos son mutuamente excluyentes.
Iniciemos por entender como llegó Prescott a ser nuestro actor principal.
En el 2016, lanzó 23 pases de touchdown y solo 4 intercepciones. Después de haber terminado con el mejor rating de la historia como novato (104.9), indiscutiblemente recibió el nombramiento como Mejor Novato del Año.
Estos serían números impresionantes si no nos tomáramos la molestia de ahondar en ellos. Pero, nos la tomamos.
Ocho de sus veintitrés pases mencionados, fueron completados por Dez Bryant quien, eventualmente, sería seleccionado al Pro Bowl. Dak no ha vuelto a llegar a dicha marca.
Mas “doloroso” aún, revisando la lista de los ratings mas altos como novatos, encontramos en segundo lugar el inolvidable nombre de Robert Griffin III y, si continuamos, otros como Baker Mayfield, Marcus Mariota y Nick Mullens (who?!) también son parte del Top 10.
En otras palabras, resaltar la temporada como novato de un quarterback y tomarla como muestra significativa, es equivalente a casarse con alguien por su nombre.
Para demostrar lo erróneas que pueden ser las primeras impresiones, solo basta recordar que tipo de “esposas” fueron y han sido Peyton Manning y Tom Brady para sus equipos. Ambos, con insignificantes temporadas como novatos.
Si el tema de las esposas resulta incómodo, ¿qué tal recordar el rating de Prescott en su segunda temporada? Patético 86.6 y, aun mas alarmante, 7 intercepciones y 5 touchdowns durante el tiempo que Ezekiel Elliott estaba suspendido.
Mencionar a Elliott, el arma ofensiva mas importante en Dallas, nos lleva al punto mas importante. ¿Por qué fue compensado con el contrato mas grande para un corredor antes que el equipo negociara con su quarterback?
El tiempo, como todo en la vida, nos da la respuesta.
El contrato de Elliott puede parecer enorme si solamente leemos $90M USD y 6 años, sin embargo, el acuerdo esta diseñado para pagar el 30% de dicho monto durante los últimos dos años. Esto significa que Ezekiel tiene que mantenerse sano ocho temporadas mas y producir al mismo nivel.
En ocho años un Latte valdrá 20% mas. Con eso podemos imaginar el tope salarial en el 2027. Si Elliott logra jugar a un alto nivel todo ese tiempo, el monto a pagarle será un porcentaje “insignificante” de dicho tope.
Elliott no fue el único jugador en los Cowboys con nuevo contrato, otros cinco “invitados” clave tuvieron la misma fortuna:
Jugador | Salario por año |
DeMarcus Lawrence | $21M |
Zack Martin | $14M |
Tyron Smith | $12.2M |
Travis Frederick | $9.4M |
Jaylon Smith* | $12.8M |
*Único jugador sin haber sido seleccionado al Pro Bowl…aún.
La razón por la cual mencionamos estos contratos es sencilla. El tope salarial es como el pastel de una fiesta, se tiene que dividir entre los invitados. Si alguno quiere comer mas de la cuenta, la fiesta se acaba.
Actualmente, hay dos invitados que amenazan con irse. Desafortunadamente, son el mago y el payaso.
Amari Cooper, el mago, ha cambiado por completo la ofensiva de los Cowboys. Elimina, a las defensivas, la opción de jugar con hombres extra en contra de la carrera (efecto Elliott), generando así, muchas mas opciones para Kellen Moore, el nuevo Coordinador Ofensivo.
En el 2018, antes de que llegara Cooper, Prescott solamente había lanzado 8 touchdowns en siete juegos y presentaba el vigésimo cuarto rating en la NFL. Después, con Amari, 14 touchdowns y solo dos juegos con rating menor a 100.
El payaso de la fiesta es Byron Jones. No solamente incomoda a los mejores receptores contrarios sino le permite a Rod Marinelli, Coordinador Defensivo, jugar su estilo agresivo y eficiente (híbrido entre cobertura personal y zona).
Ambos invitados también quieren una rebanada grande del pastel.
¿Podemos tener fiesta sin magia ni risas?
Hemos llegado a la parte final y mas importante.
¿Qué opciones tiene Dallas con Dak Prescott? ¿Qué haría Dios si realmente los viera desde arriba?
Podemos resumirlas en tres.
La primera, tiene que ver con un mecanismo llamado “jugador franquicia” que lo obligaría a jugar con el equipo bajo un contrato anual. Sin entrar en detalles, el nombramiento funciona como un no-te-dejo-ir-mientras-vemos-si-podemos-negociar.
Si algún equipo quisiera a Prescott, tendría que pagarle a los Cowboys dos selecciones de primera ronda.
El problema es que al nombrarlo, Dallas tendría que pagarle alrededor de $33M esta temporada y, de continuar con esta estrategia, $40M y $57M en las dos subsecuentes.
La segunda opción es pagarle mas de los $34M que rechazó y, “echarle caca al pastel”.
NUNCA. Lo voy a escribir nuevamente, NUNCA, en la historia del tope salarial, ha existido un equipo que gane el Super Bowl con un quarterback que represente mas del 15% del pastel.
Los $34M de Dak, representarían aproximadamente 17%.
Quitando a Tom Brady, pues es aburrido mencionar su nombre todo el tiempo que queremos ejemplificar liderazgo, revisemos los últimos casos:
Temporada | Quarterback | Salario por Año |
2010 | Aaron Rodgers | $6.5M |
2011 | Eli Manning | $8.5M |
2012 | Joe Flacco | $6.8M |
2013 | Russel Wilson | $1.2M |
2015 | Peyton Manning | $15M* |
2017 | Nick Foles + Wentz | $5.7M (Suma) |
*Estadísticamente, esto se llama un “outlier”, un dato que sale de la norma por circunstancias extremas. En la NFL, se llama «una oportunidad que no veremos en los siguientes 100 años».
Este efecto es resultado de lo mas hermoso que tiene este deporte. Ni siquiera en la liga mas grande y “comercial” del mundo, el football pierde su esencia. Solo se puede ganar en EQUIPO.
Lo cual nos lleva a nuestra tercera y ultima opción. Ofrecerle menos de $30M al año, y así poder mantener la fiesta completa o…dejarlo ir.
Tristemente, en el mundo en el que vivimos, ambos caminos representan lo mismo.
Dak no va a conformarse con menos del máximo porque el mundo lo ha llenado de argumentos estúpidos como: “fuiste seleccionado después de Jared Goff y Carson Wentz y has ganado muchos mas juegos que ambos y los dos ganan mas de $32M”, cuando en realidad, estos argumentos deberían de jugar en contra.
¡Eagles y Rams están teniendo problemas porque su pastel se esta ensuciando!
Dak no ha ganado mas porque tiene bíceps mas fuertes, simplemente tiene mejor equipo.
Si Prescott no lo va a entender, quizá podemos depositar todas nuestras esperanzas en aquel hombre peculiar que alguna vez cambió la forma de vender el deporte.
Ese mismo hombre algún día le dijo a Troy Aikman que estaba sobrevaluado.
Ese hombre sabe que ser un Dallas Cowboy representa una ventaja económica de por vida que ningún otro equipo tiene (los contratos de marcas de Prescott están valuados por mas de $50M actualmente).
Ese hombre, Jerry Jones, sabe que de ganar un Super Bowl en esta ciudad, no te conviertes en campeón, sino te inmortalizas como leyenda.
Ahora si, es momento de regresar a la imagen que guardamos en nuestras mentes.

En esta obra de arte, podemos apreciar los cuerpos de los cinco lineros ofensivos. La base de este equipo. El fundamento que ha llevado años construir y que hoy es uno de los mas solidos de la liga.
De la misma forma, podemos apreciar la técnica perfecta de un corredor que, con su combinación única de visión y poder, convierte carreras insignificantes en primeros y dieces. Resultado lógico del fundamento descrito previamente.
Quizá igual de importante, lo que no podemos ver.
En la obra, no aparece el mago ni el payaso. Sin embargo, el niño de la fiesta ríe exageradamente.
Dándole completamente la espalda a la fiesta, el niño mira retadoramente hacia arriba.
Justo en dirección hacia donde esta aquel hombre admirable.