Esta es la continuación de la serie «Instructivo para entender el Americano». Puedes encontrar la parte previa aqui.
Durante cinco años he tenido la fortuna de ser profesor de Universidad. Una de las cosas que nunca he logrado entender, es como invariablemente cada año mis superiores me piden “ver si hay manera de ayudar a X estudiante con su calificación”. No importa cuantas veces advierta que no habrá cambios ni excepciones, siempre recibo peticiones al finalizar el curso. Es como el letrero de “Cuidado, esta mojado”, no importa lo fosforescente que este sea, siempre habrá alguien pasando y simulando que lo brinca como si el letrero fuera lo que esta mojado.
Gracias a esta petición por ciertos alumnos, los cuales aun no logran entender el funcionamiento del mundo, he desarrollado experiencia importante para elaborar respuestas. Por ejemplo, si su excusa esta relacionada con la muerte de un familiar, mi contestación siempre se encuentra entre las líneas: “tu calificación no revivirá a nadie” o “hubieras honrado su vida estudiando” (Jamás he recibido un segundo intento después de esto).
Sin embargo, muy de vez en cuando, recibo peticiones creativas por parte de alumnos que, de haber usado su perseverancia e imaginación para estudiar, no estarían en dicho dilema, las cuales exigen mas de mi tiempo y reflexión para elaborar una respuesta adecuada.
Para estos, mi línea favorita siempre es: “con gusto cambiaré tu calificación, solamente dame unos días mientras le pregunto a tus compañeros quien quiere darte sus puntos, pues entenderás, su trabajo durante el semestre no tiene ningún valor ya que las calificaciones las podemos modificar a nuestro mentado antojo…”.
Silencio total. Todo intento futuro muere.
Si bien es cierto que las calificaciones en la educación pueden llegar a ser tan subjetivas que se vuelven irrelevantes, en su naturaleza reflejan uno de los dos componentes fundamentales del formato económico-social que la mayoría del mundo hemos escogido en la actualidad, el capitalismo.
En este, en estricta teoría cada uno debe tener lo que merece.
Aunque nunca trata a todos por igual, intenta ser justo.
Sin embargo, hay un segundo componente del capitalismo que nos gusta olvidar, quizá porque se escucha feo.
Si lo definieramos de manera perfecta, este formato sería; cada uno tiene lo que merece…a costa de lo que a otro le falta.
Es decir, en el capitalismo el dinero es limitado, de ahí el valor del trabajo y la generación de riquezas. Si alguien logra concentrar altas cantidades, es porque hay alguien mas que carece de ellas.
No nos gusta hablar de este segundo componente pues es el origen de la pobreza y desigualdad. Quizá te puedas tocar el corazón viendo un documental de los niños en la India que trabajan veinte horas para subsistir, pero darles tu dinero y ayudarlos es otra historia.
En resumen, todo dinero que ganamos es dinero no ganado por alguien mas, nuestro crecimiento económico siempre es a costa de la desgracia de otros.
Vivimos en un constante juego…¡de Americano! (Aunque este es mas honesto)
Así es, el sistema de puntos en el Americano refleja un perfecto capitalismo en donde el objetivo final es conseguir mas (puntos) a costa de lo que el otro deje de hacer. Brilliant.
A diferencia del capitalismo mundial, en el Americano no hay limitante de puntos, se pueden lograr cuantos sean posibles durante un limite de tiempo (el cual explicaremos posteriormente).
Sin embargo, el componente capitalista esta representado en el valor de cada una de las formas de anotar ya que es en su valor y en su diferencia con las otras formas, en donde reflejan lo que el contrincante no logra.
Traduciéndolo al lenguaje coloquial del capitalismo, aquel que vende un jugo de naranja, no lo puede vender al precio de una naranja sin procesar, ya que el trabajo que implica no es el mismo. Sin embargo, no deja de ser importante reconocer el valor de vender la naranja por sí sola (punto relevante).
Iniciemos con la forma máxima de conseguir puntos en el Americano, el touchdown. Paréntesis. Usar el término “anotación” es altamente incorrecto ya que este es uno de los términos del cual no se cuenta con traducción. En la historia de este deporte, el balón tenía que ser puesto en el piso en la meta contraria para poder generar puntos, de ahí el término touch-down. “Anotación”, es la que hace un niño en un museo cuando va de excursión a la cual nunca quiso asistir.
En fin, ¿cómo se logra un touchdown? Fácil. Llegando hasta la meta contraria con posesión del balón. Este es, en realidad, el objetivo mas importante del Americano.
¿Cuántos puntos genera un touchdown? Seis. También fácil. Pero revisar historia de cómo se llego a determinar este valor es muy interesante.
En 1876, un touchdownvalía ¼.
No escribí mal, valía ¼ de lo que valía un gol de campo.
¡¿Qué demonios es un gol de campo?!
El gol de campo es nuestra segunda forma de conseguir puntos y es la heredada directamente de nuestro Señor Padre Rugby. Cuando un jugador, usando el pie, mete el balón entre los dos postes, es considerado un gol de campo.
Una vez mas, la explicación de lo que es un gol de campo no es lo interesante, sino entender el porque de su valor.
En aquella época (1876), en términos del Americano, era mas fácil procesar jugos de naranja que conseguir la fruta natural. Era cuatro veces mas fácil anotar un touchdown que patear el balón entre los postes (Regresando al jugo, temo decirle que actualmente es el caso en economías como la de Estados Unidos en donde conseguir un jugo natural es tan difícil como conseguir cueritos con Valentina).
Recordemos, hace mas de cien años, no teníamos pateadores especialistas, no teníamos academias en Australia que han hecho de la técnica de pateo un arte, y el deporte era practicado por los atletas mas fuertes y grandes del país sin miedo a morir.
Llegar hasta la otra meta a toda costa, era su pan de cada día.

Después, este deporte fue evolucionando. La progresión del valor del touchdown, a medida que se fue convirtiendo mas complicado para los equipos avanzar (llegar a la meta contraria) y, al mismo tiempo mas fácil patear, fue así:
Año | Touchdown | Gol de Campo |
1876 | ¼ | 1 |
1883 | 4 | 5 |
1897 | 5 | 5 |
1904 | 5 | 4 |
1909 | 5 | 3 |
1912 | 6 | 3 |
Si aun no se había dado cuenta, amable lector, ¡aquí es en donde hacemos referencia al capitalismo! Entre mas valor tenga uno (touchdown), menor debe tener el otro (gol de campo).
¿Por qué? Porque el Americano siempre ha sido y será un deporte de fuerza y convicción para avanzar en el terreno de juego o, como se le conoce en el lenguaje profesional, un deporte de posición de campo.
El Americano es una constante guerra entre ofensa y defensa. Entre avanzar y prohibirte que avances.
En esta “guerra” de posición, se debe premiar con el máximo puntaje cuando se logra el objetivo mas grande (touchdown), pero al mismo tiempo se debe reconocer los esfuerzos inconclusos que se hagan al respecto (gol de campo). En otras palabras, se debe pagar el precio mas alto por el jugo de naranja, pero, para conservar en movimiento a la economía, se debe también reconocer el valor de una naranja sola.
Finalmente, siguiendo nuestra lógica, y basado en el sistema de puntos actual (se mantiene el de 1912), se podría deducir que el Americano considera que el esfuerzo cuando se logran dos goles de campo es exactamente igual al de lograr un touchdown (6 puntos).
La respuesta, increíblemente, es…no.
En el Americano, 3 + 3 no es igual a 6.
4 comentarios en “Segunda Parte: Cuando se usa el pie… y el inicio del sistema de puntos.”