Querido “Football”,
Esta será la primera vez que te escribo, no por falta de interés, sino por el hecho de que me enseñaste que el único lenguaje a usarse contigo era el vivirte, el amarte.
Sin embargo, hoy me encuentro en una situación difícil y diferente que me obliga a acercarme en busca de tu guía. Diariamente, estás siendo atacado sin piedad bajo el argumento de que presentas un riesgo físico “nunca antes visto” y suficientemente grave como para eliminarte. Esta es la primera vez en mi vida que he escuchado dicha posibilidad.
Como sabrás, contigo desapareceríamos incontables vidas que formaste.
Hasta ahora, he aplicado tu enseñanza de nunca hablar y solo demostrar. Seguido, me he encontrado en reuniones en donde la gente increíblemente se transforma en un híbrido de neurocirujano y político para argumentar los “daños que le haces a la sociedad” por contener el riesgo de una conmoción cerebral. Si, esta es la misma gente que por alguna extraña razón siente algo al decir que eres “un juego de Neandertales” y la misma que aclama decir que “jugó una temporada en los “Pumas” pero se lastimó la rodilla y ya no pudo terminar…”.
Entenderás que hasta hoy, nunca me he desgastado discutiendo. Tu y yo sabemos que podría fácilmente desmentirlos al solo recordarles que un jugador de futbol americano nunca deja algo a la mitad. Sin embargo, hoy, cuando por primera vez hay signos reales de declives en tu participación, no sé si sea prudente continuar callado.
Los que te conocemos, sabemos que el riesgo de una conmoción cerebral siempre ha sido parte de ti y que llevamos, desde tu creación, trabajando para controlarlo, reducirlo y tratarlo. Jamás lo hemos visto como algo a ignorar y jamás lo hemos tratado como algo insignificante.
En la actualidad, desgraciadamente la diferencia es que vivimos en una sociedad que ama la prostitución de información. Consume absolutamente todo lo que se publica sin importar su procedencia…mucho menos su calidad. El análisis y criterio ahora es de 140 caracteres.
Recientemente, en una publicación que jamás creerías fue realizada por la máxima autoridad en cuestión de investigación médica (JAMA), fue expuesto que 99% de tus jugadores que llegaron a la NFL sufrieron de CTE (Chronic traumatic encephalopathy), tu kryptonita.
Lo que los medios decidieron no enfatizar sobre del “gran” estudio, fue que los 111 cerebros donados y estudiados fueron de jugadores que ya presentaban todos los síntomas de dicha enfermedad. Esto es tan ilógico como ir a Zimbawe, levantar una encuesta usando 111 habitantes y después publicar el estimado del componente racial en el mundo. En estadística se le llama “error de sesgo en la muestra”, en términos coloquiales se le llama estupidez.
El juego de usar cualquier información para atacarte ha llegado al punto en el que cualquier publicación positiva que tenga que ver contigo es destruida al momento.
Solo un día después de tan “honorable” publicación, el comisionado de la NFL presentó otro estudio el cual argumentaba que los jugadores que llegan a disfrutarte profesionalmente (NFL) tienen una expectativa de vida cinco años superior al promedio de la población. Sin importar que esta publicación se basó en TODOS los jugadores de 1959 a 1988, la prensa y la misma gente que jamás entenderá: “Pro Right Flex – Z Motion Loop – Sweep Fake X Slant Y Stick – on 1 – FB Flat”, se dedicaron a disminuir su valor hasta el punto de llamarla irrelevante.
Por otro lado, parece que la palabra “conmoción cerebral” fue creada por ti. Usando el mismo talento para ignorar la procedencia de los 110 cerebros, la gente ignora el hecho de que compartes este riesgo con muchos otros deportes. Por supuesto que nadie hoy se toma la molestia de compararte con el futbol soccer femenil en estos términos pues, al no ser tan popular, no genera la misma polémica. Tampoco lo creerías, pero en la actualidad, los escritos ya no obtienen su éxito mediante profundidad y análisis, lo obtienen puramente en su habilidad para alarmar.
Hoy me levanté y lo primero que escuché fueron críticas hacia uno de los más grandes embajadores que has tenido por el simple hecho de decir la verdad…eso que ya no nos gusta escuchar. Sus palabras fueron claras: “mi salud y lo que haga con mi cuerpo es solamente de mi incumbencia y de nadie más”. ¿Por qué esto nos molesta y al mismo tiempo peleamos por legalizar la marihuana? ¿Por qué la misma gente que se jacta de decir que eres demasiado peligroso se alcoholiza, fuma, no hace ejercicio y traga Paquetones sin pensar que esas actividades contienen un riesgo mayor a su salud?
¿Qué debo hacer? No quiero perderte nunca. Gracias a ti, el vencerme no es parte de mi vocabulario. Gracias a ti, tengo gente que actúa como mi familia sin realmente serlo. Gracias a ti, entiendo que los sueños se logran una jugada a la vez.
¿Cómo le recuerdo a la gente el invaluable valor que tienes en este mundo? ¿Cómo le explico a esos que se divierten atacándote, los significados de hermandad, sacrificio, trabajo y entrega?
¿Cómo le hago entender a la gente que el riesgo que presentas para nada es algo que puede pasar desapercibido pero que, a diferencia de casos como el tabaco, consigo lleva beneficios trascendentales de vida los cuales tampoco deben ser ignorados?
¿Qué estudio hago para demostrarles que el 100% de las vidas que terminan una temporada con lesiones y extremo cansancio, solo ven amistades inquebrantables y una pasión única por vivir?
Por mientras, espero estar bien al recordarles, a cada uno de los afortunados de haberte vivido, que nos toca pelear por ti.
Nos toca, mediante nuestros actos y palabras, representar aún mejor los valores que siempre nos enseñaste. Nos toca recordarle al mundo que, en su acto irresponsable, no solamente estaría desapareciendo a un deporte, sino estaría eliminando al único juego capaz de representar la vida en 100 yardas y capaz de formar mentes y corazones capaces de lograr lo que se propongan.
Usando nuestro cerebro, el cual nos enseñaste a usar y entender que al igual que en la vida, siempre es el músculo más importante, hoy nos toca defenderte.
Es una de las cosa más importantes en mi vida. Es una enseñanza que sigo haciendo ejercitandome, estoy completo y con mucha más energía. Es mi pasión. Es el mejor deporte del mundo, el más ordenado, el más cuidado. Es una tontería echarle basura.