¿Cuánto costaría un boleto para ver a Juan Gabriel si lo pudiéramos revivir una noche más? ¿Michael Jackson? ¿Cuánto pagarías por una misa con Juan Pablo II? ¿Por entrar a un lanzamiento de Iphone con Steve Jobs?
Por alguna razón, como seres humanos, tenemos la extraña forma de valorar más a la gente cuando ya no están con nosotros, especialmente a aquella a quien consideramos especial. Quizá, después del inigualable dicho: “ojos que nos ven…zapatos llenos de caca”, no hay otro tan descriptivo como el que dice: “no sabes lo que tienes hasta que los ves perdido”. Así es que hoy, después de haber presenciado un momento histórico en la NFL y haber dejado pasar una semana para calmar una posible reacción impulsiva sobre lo acontecido, quisiera mostrar valoración al mejor coach de todos los tiempos. Quisiera, ahora que está vivo y que podemos disfrutar de su trabajo cada Domingo, reconocer que nunca ha habido alguien como Bill Belichick.
Empecemos con una tabla que refleja perfectamente lo que Bill hizo en la primera semana de la temporada; vs Cardinals.
Ese es el total de dinero que New England paga a sus titulares ofensivos. El salario de Carson Palmer, quarterback titular de los Cardinals: $24.5M. ¡Un solo jugador en Arizona gana más que toda la ofensiva completa de New England! Y, eso no es todo, Garoppolo se lastimó en la segunda semana y Mr. Jacoby Brissett, novato seleccionado en la tercera ronda, se encargó de ganar 27-0 a unos Texans que, by the way, decidieron pagarle $72M a Brock Osweiler esta temporada. Los Patriots están 3-0, líderes en su división…nuevamente.
Este inicio de temporada es la prueba de que el éxito de Belichick no se debe en su totalidad a Tom Brady (En caso de que hayamos olvidado las 11 victorias que logró en el 2008 con Matt Cassel cuando Brady se lastimó. Dato curioso: Cassel ha ganado solamente 24 juegos desde que salió de New England, ¡ha!). Si bien ambos se complementan y, como en todo, el éxito es resultado de preparación y circunstancias favorables, permítanme contarles una historia para entender la grandeza de Belichick. El 6 de Agosto del 2001, Dick Rehbein, coach de quarterbacks de los Patriots y ferviente creyente de Tom Brady (gracias a él lo seleccionaron), murió inesperadamente al inicio de la temporada. Charlie Weis, el entonces coordinador ofensivo, junto con Belichick, decidieron no contratar a nadie más. ¿Quién creen que tomó la responsabilidad de desarrollar a los quarterbacks? Si, Bill. Además de su rol como Head Coach, Bill instituyó las ahora famosas juntas de los martes con los quarterbacks y creó a el que hoy consideramos uno de los mejores de todos los tiempos. La historia que sigue nos la sabemos, Bledsoe se lastimó en la segunda semana y Brady obtuvo su primer Super Bowl. En resumen, y para que quede claro, un Head Coach considerado como “defensivo”, desarrolló a quien hoy puede ser considerado el mejor en la posición más difícil. Esto es algo así como que mañana Gonzalez Iñarritu enseñe, instruya y desarrolle al siguiente Leonardo Di Caprio.
Por favor levanten la mano si recuerdan este nombre: Jonas Gray. Sin pena…levántenla…no, no canta. ¿No? ¿Quién se acuerda de Jonas Gray? Bueno, ¿quizá se acuerden de aquél juego, domingo por la noche (2014), cuando los Patriots corrieron 246 yardas tomando ventaja de la peor defensiva contra la carrera de la liga en Indianápolis y ganaron con 42 puntos? Shane Vereen, Stevan Ridley y Legarrete Blount estaban lastimados. Jonas entro como cuarto corredor y, detrás de uno de los mejores esquemas ofensivos terrestres que esta liga ha visto, terminó con 201 yardas y 4 touchdowns. Después de ese juego, Mr. Gray solo corrió 387 yardas más…en toda su carrera. Quizá aún más impresionante, solo ocho semanas después, en los playoffs, New England repitió la estrategia y corrió 220 yardas para ganar nuevamente 45-7.
¿Cuántos coaches tienen el valor de “auto-anotarse”? El 4 de noviembre del 2003, Monday Night, Belichick ejecutó una de las mejores y peculiares estrategias que este deporte ha visto. Perdiendo 24-23, enfrentando cuarta oportunidad y diez por avanzar y con 2:51 en el reloj, Bill ordenó que el centro largo volara al pateador resultando en un safety para su equipo. Denver, quien jugaba con su tercer quarterback, Danny Kanell (who?!) fue detenido en su siguiente posesión. Los Patriots recuperaron el balón y Brady encontró a David Givens en la anotación para ganar el juego 30-26. Brilliant!
Aprovechando que hemos mencionado a un tal David Givens, permítanme recordarles otros nombres. David Patten, Kevin Faulk, Antowain Smith, Mike Vrabel, Deion Branch, Tim Dwight, Laurence Maroney, Jabar Gaffney, Ellis Hobbs, etc. Todos estos son ejemplos de jugadores que no tuvieron éxito fuera de New England. Los equipos de Belichick no son reconocidos por el vasto talento en su roster. La preparación, esquema y mentalidad que enseña es lo que hace a estos equipos luchar por un solo objetivo, desprenderse de cualquier personalismo y funcionar perfectamente como organización. Que mejor caso que el de Corey Dillon, jugador problemático en Cincinnatti, a quien Belichick le logró revivir su carrera en el 2004 (1,635 yardas). Sin embargo, Bill, en algunas ocasiones, ha gozado de jugadores con talento sobresaliente. Sus resultados son impactantes. Algo así como la mejor temporada regular en la historia de la liga. ¿Si se acuerdan de las 1,497 yardas de Randy Moss? Cuando tiene talento a su disposición, estas son las carreras que produce: Troy Brown, Ty Law, Willie McGinest, Tedy Bruschi, Richard Seymour, Rodney Harrison, Rob Gronkowski, Tom Brady. ¡Ha!
Las discusiones sobre quien es el mejor de toda la historia, en cualquier deporte, son interminables y altamente subjetivas. La liga ha tenido grandes coaches, entre ellos, Vince Lombardi, Tom Landry, Chuck Noll, Bill Walsh, George Halas, Don Shula, etc. sin embargo, quiero dejar un argumento claro a favor de Belichick. Nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE, ha mostrado la impresionante capacidad de adaptación y cambio que Belichick nos enseña cada temporada…a veces, cada semana. Shula, quien tiene el record con 347 victorias, tuvo a Dan Marino sus 13 años como coach, Bill Walsh innovó un sistema ofensivo (West Coast) y tomó a la liga por sorpresa, Lombardi no tuvo que cambiar su roster en sus 10 años de dominancia, Landry disfrutó de Roger Staubach por 11 años y nunca pudo ganar sin él. De ninguna manera estoy demeritando la carrera e historia de estos coaches legendarios, simplemente es importante ver la diferencia. En una época en donde los equipos dicen no poder ganar sin un quarterback “franquicia”, Belichick tiene el record (6-0) de victorias con quarterbacks en su primer partido. En estos tiempos en donde el tope salarial tiene como objetivo igualar en nivel a la liga, Belichick tiene 13 títulos divisionales, 6 Super Bowls , 4 campeonatos y un impresionante porcentaje de victoria (71%). En esta época en donde Pittsburgh pierde contra Carson Wentz, los Giants contra Kirk Cousins y Seattle contra los Rams, Belichick es la única constante.
En 1946 Paul Brown transformó lo que hoy conocemos como el Football y dejó las bases para que este deporte se convirtiera en lo que hoy disfrutamos. Setenta años después, un maestro sin precedentes nos está regalando la forma correcta de enseñarlo, ganarlo y vivirlo. Valorémoslo, mañana puede ser demasiado tarde.