Todos los gimnasios tienen reglas; no se puede entrar sin pagar la mensualidad, debemos portar ropa deportiva, la toalla es obligatoria (si su gimnasio no tiene esta regla, cámbiese), etc. Hoy quiero proponer dos nuevas reglas. Todos las hemos pensado en algún momento pero simplemente no nos atrevemos a exigirlas pues pensamos que son insignificantes. La realidad es que no lo son.
La primera, QUEDA ESTRICTAMENTE PROHIBIDO EL GEMIDO, GRITO, EXHALACIÓN Y/O EXPRESION MASCULINA en ejercicios realizados con pesos menores a los 25kgs. Esto va dirigido a los hombres principalmente. Hombre, a menos que estés bajo un entrenamiento profesional y personalizado y tu entrenador esté presente en todo momento, a nadie le importa cuánto peso cargas en el gimnasio ni cuantas repeticiones puedes hacer. ¡A nadie! La ridícula exhalación de tu parte solo provoca que la gente se aleje, lo cual, reduce el espacio dentro del gimnasio, hace del tiempo de las personas algo incómodo y es una clara violación de la privacidad. Si el tenis mundial está contemplando multar a los jugadores que exageren en sus gritos, ¿por qué demonios tenemos que soportar esto en el gimnasio?
La segunda, la más importante. QUEDA ESTRICTAMENTE PROHIBIDO EL USO DE CAMISETAS, PLAYERAS Y/0 JERSEYS REPRESENTANTES DE CUALQUIER EQUIPO PROFESIONAL DE CUALQUIER DEPORTE. Sé que una playera de los San Francisco 49ers apta para hacer ejercicio no se ve tan mal pero que me dicen del “jersey de Shaquille O’Neal” o mejor aún, de la “playera de Totti” de la selección italiana. ¡No! Cuando los gimnasio hablan de portar ropa deportiva deben agregar que no se refieren a la ropa que “usan” los deportistas. No hay nada más anti motivante que llegar al gimnasio, después de tanto trabajo que costó si quiera llegar, y ver, en la escaladora, a un “compadre” con el jersey del “TRI” y gorra de Ferrari.
En fin, el otro día estaba disfrutando de hacer ejercicio, viviendo en carne propia el efecto de no estar en un gimnasio con ambas reglas impuestas, cuando volteé a las pantallas que rodean las instalaciones y me di cuenta de algo muy importante y triste que tenemos como sociedad mexicana y que, sin embargo, pasamos desapercibido pues ha sido parte de nosotros desde que tenemos memoria. Todas las pantallas, en alguna forma distinta (programa, partido, repetición, etc.), tenían futbol soccer. Hace una semana, las mismas televisiones transmitían todas las disciplinas de las Olimpiadas. La gente, dejaba de correr o “gemir” por ver deportes como el voleibol, basquetbol, lucha, etc. (Nota al pie derecho: es impactante como nuestros cerebros se interesan por algo tan aburrido como el “tiro con arco” en las Olimpiadas cuando podemos pasar cuatro años sin ni siquiera pensar que existe. Nada en contra de la disciplina como tal, solamente es para la televisión lo que la leche es para las palomitas). Ahora que las Olimpiadas se han terminado, volvemos a nuestra realidad, regresamos a la maldita imposibilidad de disfrutar otro deporte que no sea fútbol soccer. Amable lector, haga este ejercicio, tome cualquier periódico y vaya a la sección de deportes, en porcentaje, ¿cuanto contenido habla de fútbol soccer? Tomé en la noche el control de su televisión, y si es de paga, cambie los canales que tiene de “deportes”, ¿cuántos tienen algún programa de fútbol soccer?
Quizá en este momento usted esté pensando lo que todos solemos pensar como intento de consolación o explicación hacia esto. “Al pueblo lo que le guste”. ¿Really? ¿No será que al pueblo le gusta el futbol soccer porque no tiene alternativa? Analicemos este problema del tipo “huevo-gallina” con un problema social muy similar. ¿Es claro que a millones de mexicanos les encanta tomar Coca Cola? O más bien, el mexicano, en general, ha hecho de la Coca Cola su bebida principal gracias al abrumante sistema de distribución por parte de la empresa y a la incapacidad del común de la población de conseguir alternativas. Con tantas cifras y evidencias de lo nocivo que es tomar Coca Cola, sería tonto pensar que la gente se hace daño por gusto, creo que es clara la respuesta. Recuerden, estoy hablando de un problema social, el cual, compete a la gran mayoría de nuestra gente, no a los pocos que somos afortunados de pagar un “Venti Macchiato Caramel Happy Christmas” o que podemos pagar “NFL Sunday Ticket”.
¿A qué grado ha llegado esta imposición? Revisemos algunos datos. De acuerdo con el “Big Count”, el censo realizado por la FIFA, un total de 8,479,595 mexicanos son futbolistas activos, ya sea a nivel amateur o profesional. ¡MAS DE OCHO MILLONES! Para ponerlo en perspectiva, tenemos más participantes de este deporte que cualquier otra profesión…incluyendo “viene vienes”. Otro dato, según la consulta Mitofsky del 2014, al 70% de los mexicanos les gusta ver el fútbol soccer. En otras palabras, ¡tenemos casi la misma cantidad de seguidores del fútbol que católicos en nuestro país! No encontré cifras del tiempo que el fútbol soccer tiene en nuestra programación nacional pero con este dato presentado a continuación nos podemos dar una idea de lo alarmante que esto es. Según Forbes, en el 2016, el costo de transmisión de los partidos de la Liga MX aumentó 2.7 veces a $398 millones de pesos. Mientras tanto, Televisa fue regulado por el Instituto Federal de Comunicaciones en busca de romper su monopolio en este mercado y forzar a la empresa a compartir los derecho con otras. Hoy no hay nada más caro en nuestra televisión que obtener los derechos del soccer. Ni siquiera el querer retransmitir “Lazos de Amor”.
A que quiero llegar con todo esto. Pensemos. ¿Qué tuvimos todos los mexicanos en común durante las tres semanas pasadas? Todos fuimos parte de una conversación sobre lo pobre, patético, podrido, corrupto y vergonzoso que esta el desarrollo del deporte nacional. Todos, argumentamos, de alguna u otra manera, que la mentalidad del mexicano da pena, que la CONADE es una broma y que la gente al frente del deporte es un reflejo de lo que nuestra cultura se ha convertido, una constante mediocridad. Pero, ¿qué podemos hacer al respecto? Me refiero a un cambio real, no al sueño guajiro de correr a todos los dirigentes y poner gente “libre de corrupción”. ¿Qué podemos hacer nosotros, en nuestras normales e “insignificantes” vidas como mexicanos para cambiar esto? Sé que podemos pensar en muchas cosas, pero qué tal si empezamos con dejar de ver el futbol soccer mexicano, al menos, al grado en el que hoy lo estamos consumiendo. Permítanme explicarlo de otra manera. Los grandes economistas como Dan Ariely siempre han argumentado que el problema de las drogas no es una cuestión de legalización, es una cuestión de libertad que le hemos otorgado al consumidor. Es decir, si realmente quisiéramos acabar con el narcotráfico, deberíamos castigar a los consumidores con la misma gravedad que “castigamos” a los proveedores. Como todo producto, la droga actúa en un mercado libre, en donde el beneficio de venderlo esta generado por el interés del consumidor, entonces, si atacamos a este fuertemente, naturalmente se reducirán las utilidades y, consecuentemente, el gran atractivo por entrar a dicho mercado. Sencillo ¿no? Entonces, ¿por qué no lo aplicamos en algo más sano y transparente? Dejemos de consumir el futbol soccer como si fuera nuestro único medio de entretenimiento. Si lo hacemos, uno por uno, gradualmente iremos disminuyendo el interés por invertir y monopolizarlo. Televisa, TV Azteca y todas las demás empresas que controlan nuestra sociedad, se verán obligados a buscar alternativas para generar las utilidades a las que están acostumbrados. Con el tiempo, haremos que estos monstros busquen otros deportes que transmitir y, como consecuencia natural, despierten el interés de niños y jóvenes deportistas por desarrollarse en otras disciplinas. No es que el practicar futbol soccer sea malo, el problema es que la gran mayoría de nuestros futuros atletas son inconscientemente manipulados y llevados a esta disciplina como si fuera la única opción.
Al final del día tenemos que despertar y entender que nunca hemos sido potencia mundial en el futbol soccer, que no tenemos ningún campeonato mundial, que solo contamos con una medalla de oro mientras que en deportes como Clavados (14), Boxeo(13) , Atletismo (11) y Taekwondo (7) somos claramente más competitivos. Tenemos que despertar y entender que mientas todo el dinero este concentrado en un solo deporte, no habrá buenos dirigentes, no habrá incentivos para desarrollar ligas importantes en otras disciplinas y, mucho menos, dejaremos de tener atletas que se conformen con “ir a Río”. Despertemos y entendamos que no podemos cambiar a la CONADE en el corto plazo pues desgraciadamente nuestro país esta corrupto hasta en el deporte, lo que si podemos hacer hoy es dejar de ser partícipes y títeres de un monopolio que no ha hecho otra cosa más que hacernos irrelevantes y mediocres en el deporte internacional…lo triste de esto es que refleja nuestra cultura.